En un primer momento, la plaza de toros fue gestionada por empresarios argentinos que con mucha visión sobre Colonia, buscaban encontrar una fuente de inversión en el ambiente de las corridas de toros que ya de por sí se encontraba en vías de prohibición en el Uruguay. Colonia desde aquel momento y en la actualidad, siempre represento un punto estratégico que favorecía ampliamente el turismo desde Buenos Aires.
En el momento de inaugurada la plaza la concurrencia de público sobrepasó las expectativas de los empresarios que la gestionaban, habiendo una importante cantidad de gente que incluso llego desde el país vecino exclusivamente para participar de dicha inauguración. Muchos buques a vapor llegaban directamente al muelle del Real San Carlos para poder dirigirse de inmediato hacia las plazas. En la prime corrida se trajeron toreros españoles de importante renombre de manera tal de que el espectáculo tuviese el nivel correspondiente para tal ocasión. La plaza consta de una arena circular de 50 metros de diámetro y cuenta con gradas y palcos con capacidad para unos 8 mil espectadores.
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